lunes, agosto 21, 2006

Facetas y Caretas

Cuatro caras y miles de escombros en su estatura,
este hombre no se parece a los hombres;
es un corazón cuajado de etiquetas,
un continente vacío,
el miedo como colgajo de su lepra,
la maldita fortaleza de su inconsistencia,
!que me lastima, que me enfurece!;
remedo de hombre;
!pedazo de ropa!

De morir las hojas

De morir las hojas,
al amarillo rotundo de la muerte,
caminando desesperado
por la grieta más amarga de la tierra
levanto las piedras;

dicen que bajo ellas se encuentra lo perdido,
pero tú estás muerta....

quiero cavar entonces,
barrenar los cimientos de la greda,
apartar raíces crudas del invierno que se acumula,
quiero encontrarte,
levantar tu rostro ensangrentado,
y pedirte que despiertes,
pero tú,

estás muerta...

Albergar

Albergo en un puñado,
cuotas de vida,
que se deslizan a medio camino,
mientras yo, angustiado
destino al artefacto de la envidia
a la visión de que aquellos que aminorados
investidos e ignotos,
disfrutan del caminos y sus premisas,
pero no me olvido de toda la ostentosa
parafernalia de los ricos invisibles
de los torpes adornados como sabios
y de los justos que juzgan a su arbitrio

Juergas

Suben desde el piso
madreselvas azules,
hambrientas,
como las hormigas que arremeten
furibundas contra la corteza,
un filo acompasado de corvos verdaderos
rasga y coge mi carne,
mientras el viento impertérrito prepara la lluvia,
la explosión de agujas de mi cintura,
el derramamiento blanco de mi centro,
el filo de la vida en la ventana de la muerte,
a dos segundos de ser alma,
y a muchos siglos de ser carne
en su periplo de juergas hacia la nada.