Hubo patria, hubo sueños y una marcha,
la plaza fue tomada por las madres
y sus hijos,
la vida se arremolinó bajo los puentes
y surgió la risa en la cantinas;
en los caserones hubo esperanza.....
La noticia recorrió las industrias
con los ojos abiertos e incrédulos,
se esparció el reguero en los puertos
y en las goletas no se hablaba de otra cosa,
en la siembra y en el parronal
los obreros taciturnos despertaron,
se depercudieron los temporeros de la fruta,
y los lustrabotas se abrazaron en cada esquina.
En las pobres de casa de la gente
se encendió una luz,
una vela prodigiosa en su escacez de cirio,
en los hospitales hambrientos
se acomodaron las camas
y los maestros del congrio mañanero,
se desdijeron de la historia oficial.
El orfanato de la calle
deslubró de compañía,
caminaron juntos los desheredados,
los oprimidos, los engañados de Dios y de la Ley.
La caravana se hizo inmensa
y al galope se le unieron los desventurados,
los soñadores enjuiciados,
las mujeres liberadas
